Aleluya! terminaron los octavos.

Rafa, avanzo a los cuartos, en busca de la corona.

De una vez por todas terminaron los cuartos de final. Quedaban cuatro partidos por jugar, puestos para que se jueguen el martes, pero la lluvia canceló la jornada. Ayer, también llovió pero la presión de los organizadores fue constante para que salieran a la cancha a jugar (lo que generó el enojo del número 2, Murray y Roddick). Nadal jugó con un poco de lluvia, y cuando iba 3-0 abajo se volvió a suspender la jornada, y más tarde oficialmente se canceló. Young iba 2-1 arriba contra Murray, y Roddick 3-1 ante Ferrer.
Hoy ya con un cielo despejado, algo raro por los resultados que arrojaba el pronóstico del tiempo en New York, se jugaron los partidos restantes por la cuarta ronda.
Nadal salió a jugar con un 0-3 en el marcador, pero salió a demostrar que lo de ayer fue simplemente por mal humor, pudo igualar el match, y llevarlo a el tie break, donde la experiencia del ex número 1 del mundo le permitió apabullar a Muller en el desempate por 7-1.
En el segundo set, Rafa, se encontraba mucho más suelto, y con la confianza que tenía se llevó el set por un abultado 6-1.
El tercer set era un trámite, Nadal lo ganó por 6-2, para de una vez por todas poder confirmar que esta en los cuartos de final.
Se enfrentará al local Roddick, que le ganó en un buen partido de tenis al número 5 del mundo, David Ferrer por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-3.
Otro partido por los octavos de final, era el de Murray y la sorpresa del torneo Young. Ayer el partido se había suspendido cuando iba 2-1 arriba el local, pero el británico se encontraba en un día inspirado, y no le dejó ganar un game más al estadounidense en el primer set. El número 4, lo ganó por 6-2.
El zurdo presionó y presionó, pero la defensa de Murray fue perfecta, pudo contener perfectamente los potentes golpes de Young, y por eso se llevó los últimos dos sets por 6-3.
Murray avanzó a cuartos de final, donde se medirá con el loca John Isner, que le ganó al francés Simon por 7-6, 3-6, 7-6 y 7-6 en un partido parejísimo, hasta tal punto que el francés ganó en total más puntos que el estadounidense.